Wednesday, March 29, 2006

Malestar social laboral y violencia en Argentina
Julio Godio
Director del Instituto del Mundo del Trabajo (IMT)
12/11/05
Sumario
1. Dos sucesos preocupantes
2. Pobreza con desempleo y pobreza con empleo
3. La cuestión de la concertación social y la ausencia de las grandes empresas extranjeras
4. Conclusiones


1. Dos sucesos preocupantes
Luego de las elecciones nacionales celebradas el 28/10/05, en un cuadro de crecientes desigualdades sociales, han ocurrido dos sucesos que por sus características violentas deberían ser preocupantes.
El primer suceso fue el 1/11, cuando una multitud de usuarios del servicio de trenes TBA, que opera entre pueblos del Gran Buenos Aires y la Capital Federal, ofuscada por los atrasos horarios y el hacinamiento en los vagones, organizó una concentración de repudio en la estación de Haedo, que desembocó en la destrucción del edificio de la estación y de decenas de comercios instalados en sus alrededores. Fueran detenidas 100 personas, la mayoría jóvenes.
En este grave hecho se ha comprobado que militantes del grupo piquetero "Quebracho" se incorporaron a la protesta y la transformaron en un ataque con bombas molotov contra el edificio de la mencionada estación. Rápidamente, también se sumaron grupos de vándalos, que procedieron a robar los comercios. La policía de la provincia de Buenos Aires —por órdenes de su comando— no intervino hasta que, al final, cuando los ciudadanos enardecidos se habían retirado, alcanzaron a detener a militantes de Quebracho y a delincuentes comunes, pero también fueron detenidos ciudadanos comunes.
Como valoración de este hecho —que no es el único de esta clase que se ha producido este año en el Gran Buenos Aires— se podría decir que en esta área geográfica en la que viven 10 millones de personas y que colinda con la Capital Federal, la combinación entre miseria, desesperación social y presencia de diversas organizaciones piqueteras está conformando un cuadro social preocupante.
Como es sabido, el Gran Buenos Aires es un producto del proceso de urbanización generado por la industrialización por sustitución de importaciones (1935-1945); es el núcleo geográfico más importante en los orígenes del peronismo, y fue durante décadas ejemplo de la nueva "sociedad salarial". Es un territorio urbano organizado por numerosas instituciones de la sociedad civil (clubes, centros recreativos, cooperativas, etc.). Es un territorio urbano cuyos dos cordones principales han sido tradicionalmente controlados por el Partido Justicialista (PJ), y todavía lo son.
Pero en los últimos treinta años la sociedad salarial que generaba estabilidad y cohesión social se erosionó por la descomposición de la estructura industrial. El desempleo, el subempleo y la precariedad laboral avanzaron enormemente sobre el empleo estable predominante hasta la década de los ’70. Surge el asistencialismo social como paliativo, controlado desde los municipios, principalmente por el PJ. Pero en el contexto de la desocupación estructural, la miseria y el "no-future" que afecta a un 40% de la población, a mediados de los años ’90 comienzan a desarrollarse los movimientos piqueteros, que movilizan a los desocupados.
Estos movimientos piqueteros tienen tres vertientes ideológicas: a) los pequeños partidos de izquierda clásicos (Partido Comunista, Partido Comunista Revolucionario y Partido Obrero, trotskista); b nuevas corrientes ideológicas de izquierda no tradicionales (Quebracho y grupos "zapatistas" y espontaneístas); y c sectores de católicos de izquierda (por ejemplo el Frente Trabajo y Vivienda de José D’Elia, ahora kirchnerista). Los movimientos piqueteros se instalan en los territorios delimitados por municipios. Desde la crisis de 2001 controlan parte de los Programas de Subsidios al Desempleo, y organizan comedores, cooperativas, etc.
Durante 2002-2004 la línea predominante en las organizaciones piqueteras fue la establecida por los partidos de izquierda: concentrar fuerzas y marchar sobre la Plaza de Mayo, en la Capital Federal. Esto es, utilizar a los desocupados como "masa de maniobra" para cuestionar al poder central, es decir, al gobierno nacional, en la Plaza que simboliza tanto al poder como a la misma presencia del pueblo. Era una táctica efectiva, pero temporal. Pronto generó el rechazo de las capas medias y de los trabajadores ocupados y sindicalizados. Los sindicatos miembros de la poderosa CGT se abstuvieron de sumarse a las movilizaciones piqueteras. A principios de 2005 la táctica "agitacionista" comenzó a mostrar su lado débil. El gobierno de Kirchner aprovechó esta debilidad comenzó a cerrar los accesos de los movimientos piqueteros del Gran Buenos Aires a la Capital Federal (puentes y rutas).
Ahora parecería que la táctica aplicada por los partidos de la izquierda clásica (que por otro lado prácticamente desaparecieron como fuerzas electorales en las elecciones del 28/10) podría ser sustituida por la táctica de la izquierda no tradicional de trasladar el centro del conflicto a los municipios del Gran Buenos Aires. Se trataría de dirigir los conflictos sociales espontáneos y transformarlos en hechos de violencia puntuales en los municipios. No es posible establecer si esta línea táctica podrá desarrollarse o no, pero no debería ser subestimada simplemente porque existen condiciones para su desarrollo. Partes del Gran Buenos Aires (y de otras ciudades, como Rosario, Córdoba, Mendoza, etc.) se han transformado en "Calcutas". Con la diferencia que son habitados por familias con problemas de trabajo pero que recuerdan el pasado positivo de la sociedad salarial, y que cuentan con experiencias de movilizaciones sociales y sindicales. Son familias dispuestas a movilizarse. Desde esta nueva perspectiva se podría analizar los graves sucesos de Haedo, en tanto en potencia incluyen la posibilidad de que en el Gran Buenos Aires se fortalezcan movimientos socio-políticos orientados a "ocupar" territorios y "separarlos" del control efectivo del Estado.
El segundo suceso también preocupantes se produjo en el mismo Gran Buenos Aires, en el importante municipio de Avellaneda, el 6/11. En esta oportunidad un grupo numeroso de trabajadores municipales organizados en el sindicato de Obreros y Empleados Municipales ocupó la Intendencia y fue repelido por la custodia policial y personal del Intendente. Tres fenómenos son destacables en este suceso: en primer lugar, la movilización sindical fue para exigir aumentos salariales y desembocó en un acto de suma violencia, con heridos de ambos lados; en segundo lugar, el sindicato municipal local que moviliza está controlado por un sector kirchnerista (a su vez enfrentado con la dirección nacional del sindicato COEMA, cuyo Secretario General es el diputado nacional Alfredo Atanasof, duhaldista); y en tercer lugar, el intendente "Cacho" Alvarez es del riñón del "duhaldismo".
La gran prensa argentina le ha dado mucha importancia a este segundo suceso, lo que indica preocupación por dos fenómenos: a) que el enfrentamiento electoral entre kirchneristas y duhaldistas se traslade a los municipios como confrontación entre los intendentes duhaldistas y trabajadores municipales liderados por el kirchnerismo, y b) que el estado de exasperación de los trabajadores vaya más lejos que los objetivos de los sindicalistas kirchneristas, dado que en este suceso el nivel de enfrentamiento armado y la violencia ejercida por los trabajadores no se correspondía con el motivo de la petición, que en otras circunstancias hubiese derivado en negociaciones entre el municipio y los trabajadores.

2. Pobreza con desempleo y pobreza con empleo
He comentado dos acontecimientos sumamente violentos para sugerir que se debería prestar más atención al dato que en los conflictos sociales y laborales desde 2001 se evidencia un componente de "exasperación social" que podría extenderse y profundizarse en los próximos meses. Lo cierto es que la violencia social tiene su base en el hecho de que en Argentina la mitad de los trabajadores ocupados (casi 7 millones) gana menos de 550 pesos mensuales. Es decir, en un universo de 15.680.000 personas ocupadas, el 50% no alcanza a cubrir la canasta de alimentos, que llega a $809 para una familia tipo. Solo el 20% de los asalariados ganan más de 1.000 pesos. Son datos oficiales de la Encuesta permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) para la primera mitad de 2005.
Entre los 7 millones se encuentran: a) los que reciben planes sociales de $150, y realizan alguna actividad laboral; en este grupo se afincan los movimientos piqueteros, pero también los aparatos clientelares de los partidos políticos; b) una gran parte de los trabajadores (4 millones de asalariados) que trabajan en negro, con promedio de $500 mensuales; c) un segmento de los 3,5 millones de cuentapropistas no profesionales con ingresos medios de $482 mensuales y un segmento de trabajadores estables y sindicalizados.
Los especialistas en temas laborales comienzan a hablar de la creciente convergencia social entre la "pobreza con desempleo" y la "pobreza con empleo". La inflación (que este año supera el 10%) favorece objetivamente esa convergencia. No se descarta que podría dar lugar a una situación conflictiva grave de unificarse en el plano político. En el suceso de Haedo tenemos un hecho "micro" en el que convergen trabajadores/as del espacio de la "pobreza con empleo" con organizaciones piqueteras "duras" no tradicionales.
La Iglesia Católica, que por su implantación social es muy sensible a estos fenómenos de eclosión social, advierte sobre la posibilidad de grandes estallidos de violencia social. La Conferencia Episcopal Argentina, presidida por Monseñor Bergoglio, lo ha reiterado el 12/11 en una carta pastoral titulada "Una luz para reconstruir la Nación".
A partir de 2004 y durante los diez meses de 2005 se ha registrado un creciente proceso de huelgas de trabajadores asalariados sindicalizados. Durante este año también se ha registrado un importante regreso a la negociación colectiva: se firmaron unos 200 convenios colectivos de trabajo (actualización de cláusula salarial) que benefician a 1 millón de trabajadores. Pero los datos indican que las remuneraciones en el sector de los trabajadores formales son todavía muy preocupantes, a saber:
el sueldo promedio de los trabajadores privados registrados es de $985 mensuales
la mitad de los empleados públicos —un millón— cobra menos de $750.
la mitad del personal doméstico —500.000— gana menos de $230 mensuales
El mapa salarial da cuenta de grandes insatisfacciones para todas las categorías de trabajadores y sus familias, ocupados y desocupados. Es necesario recordar que la Argentina ha sido desde décadas una sociedad salarial con un movimiento sindical fuerte. La crisis de 21001 no es una crisis clásica de país tercermundista, sino de un país capitalista con índices de cohesión social propio de países desarrollados. De allí que sería interesante no ver en el universo de pobreza, desempleo y empleo sólo las diferencias (que, por ejemplo, superan separan al trabajador desocupado del ocupado) sino captar que entre las distintas categorías existen vasos comunicantes, signados por la pérdida común de la antigua sociedad salarial. De este modo se pueden establecer nexos potenciales —aunque con reservas— entre las violencias sociolaborales registradas en Haedo y Avellaneda.

3. La cuestión de la concertación social y la ausencia de las grandes empresas extranjeras
En los últimos meses ha vuelto a cobrar fuerza la posibilidad de concretar un acuerdo social entre el gobierno, los empresarios y los sindicatos para establecer reglases explícitas frente a la "puja distributiva". El Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció que, con apoyo técnico del Consejo Económico-Social de España (CES), se está analizando la posible organización de un CES en Argentina.
Es importante destacar que como parte de la concertación, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la CGT han comenzado a considerar, todavía informalmente, la posibilidad de llegar antes de marzo de 2006 a un acuerdo sobre precios, salarios, inversiones, indemnizaciones, ley de riesgos de trabajo y empleo no registrado. Según voceros de la UIA y la CGT, serán invitados a participar la Sociedad Rural y las Cámaras de la Construcción y del Comercio.
Existe preocupación entre empresarios y sindicalistas por establecer acuerdos salariales que se ajusten a la inflación prevista para 2006 (10%). Esa preocupación es mayor, dado que se ha producido un rebrote en los precios, el incremento de la tasa de interés local afecta las inversiones y están pendientes las negociaciones de contratos con las empresas privatizadas de servicios. Pero, como hemos analizado, no será fácil acordar topes salariales en un mercado laboral que se caracteriza por sus bajos salarios, por la creciente reactivación sindical y la inexistencia de instituciones de concertación estables.
El Ministro de Economía, Roberto Lavagna, preocupado porque las negociaciones entre sindicatos y empresarios no conduzcan a acuerdos y se genere una situación de desorden en los mercados de trabajo, se ha adelantado, asumiendo funciones que son propias del Ministerio de Trabajo, y ha anunciado que en el ámbito del Ministerio de Economía se están preparando dos leyes sobre a) reducción de las indemnizaciones por despidos y b) de riesgos de trabajo. Esos proyectos satisfacen los reclamos empresarios, pero han originado desaprobación en la CGT. Al mismo tiempo, la actitud del Ministro de Economía ha desubicado al Ministro de Trabajo Tomada, quien impulsa proyectos de leyes similares pero más beneficiosos para los trabajadores.
Lo cierto es que el clima sindical se enrarece en momentos en que el gobierno se orienta a adoptar medidas económicas "ortodoxas" para estabilizar los precios. El gobierno no desea "enfriar" la economía como sugiere el FMI (y dejar caer al dólar), pero al mismo tiempo ha decidido recortar el gasto público. No habrá aumentos de jubilaciones, de salarios del sector público ni en los planes de subsidio al desempleo. Esto se complementa con los mencionados proyectos de leyes de reducción de indemnizaciones por despido y de riesgos de trabajo.
Parece consolidarse un nuevo estilo en esta segunda etapa de la administración Kirchner. La derecha ya no podría hablar ahora del "populismo" de Kirchner. Pero esto significa que el gobierno deberá enfrentar conflictos sociales y laborales agudos.
Es interesante destacar que las diferentes negociaciones entre los sindicatos y las organizaciones empresarias para encontrar puntos de acuerdo se desarrollan sin la participación de las grandes empresas controladas por el capital extranjero. Estas generan el 75% del valor que producen las principales 1.000 empresas que existen en el país. Las grandes asociaciones que agrupan a esas empresas no están incorporadas, pero tampoco parecerían estar demasiado interesadas en participar activamente en las negociaciones laborales en curso en la mesa de negociaciones.
De modo que la concertación económico-social, de concretarse, podría carecer de la participación formal de las principales empresas existentes en el país. Pero además, debe señalarse que estas empresas líderes —donde se localizan las empresas públicas privatizadas— analizan la posibilidad de aumentar salarios "diferenciales", pensando beneficiar solo al 67% de la dotación. Las empresas líderes consideran difícil que los aumentos salariales puedan limitarse en 2006 a la tasa de inflación (que calculan en 10,6%), porque los sindicatos están exigiendo entre un 30% y un 35% de aumento. Sin embargo, si bien las empresas prevén que habrá huelgas, pero que estas no afectarán a la producción.

4. Conclusiones
Se escogieron dos acontecimientos emblemáticos —los sucesos de Haedo y Avellaneda— para mostrar que conflictos sociales o laborales que podían conducir a soluciones consensuadas terminaron en graves hechos de violencia social y política. Son casos testigos. No son los primeros en estos años de turbulencias económicas y políticas en el país. Se les debe prestar atención, porque indican un "estado de exasperación" que podría —si bien no inevitablemente— generar explosiones socio-políticas de magnitud. El trasfondo de esos sucesos es una combinación entre malestar por bajos salarios, precariedad laboral, desempleo y mal funcionamiento de algunos servicios públicos privatizados (en nuestro caso, el transporte ferroviario).
El gobierno de Kirchner comienza su segunda etapa política. Los resultados electorales lo favorecen. Pero deberá enfrentarse con serios problemas económicos que han determinado que el gobierno se decida por políticas económicas cercanas a la ortodoxia, en particular con el congelamiento del gasto público.
Los sindicatos y las organizaciones empresarias parecerían comprender el momento político-económico, y se aprestan para concertar aumentos salariales dentro de las pautas de inflación fijadas por el gobierno (10%) para 2006. Las posibilidades de establecer un Consejo Económico-Social son ciertas. Pero las empresas líderes —en particular las empresas extranjeras- no participan de esas negociaciones en curso. A la concertación posible le falta, por lo tanto, una pata fundamental: el "núcleo duro" de empresas que hoy movilizan a la economía nacional.
La presión de los trabajadores asalariados por aumentos salariales por encima de la inflación será constante y muy fuerte en algunas ramas y sectores de la economía. La capacidad de grupos radicalizados para canalizar la "protesta obrera" es baja, dado el fuerte control de los sindicatos de la CGT (lo que no excluye huelgas organizadas a partir de comisiones internas y cuerpos de delegados dentro de los sindicatos oficiales). Por el contrario, en los conflictos sociales pequeños pero decididos grupos pueden provocar fuertes y violentas confrontaciones. El caso de la estación de Haedo es sintomático.
En síntesis: 2006 será un año de alta conflictividad social y laboral en Argentina, y como lo ha reiterado la Iglesia Católica, existe el peligro de que se produzcan explosiones sociales en un país que todavía experimenta una grave crisis política, pese a las capacidades de ordenamiento que ha demostrado el gobierno de Kirchner.

Tuesday, March 28, 2006


Deberíamos estudiar este texto, muestra el Programa Militar de Kirchner.-

TEXTO COMPLETO DEL DISCURSO DE KIRCHNER EN EL COLEGIO MILITAR
EN EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL “DÍA NACIONAL DE LA MEMORIA POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA”

“En los momentos terribles de la noche dictatorial, fueron mujeres y
hombres, pero sobre todo mujeres, mujeres, las que se organizaron para
enfrentar a la barbarie, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”

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El 24 de marzo de 1976 y hasta el 10 de diciembre de 1983, se instaló en
nuestra Patria un gobierno de facto a cargo de las Fuerzas Armadas que se
atribuyó la suma del poder público, se arrogó facultades extraordinarias y
en el ejercicio de esos poderes ilegales e ilegítimos aplicó un terrorismo
de Estado que se manifestó en la práctica sistemática de graves violaciones
a los derechos humanos.
En el juicio a las Juntas la causa 13.984 caratulada “Jorge Rafael Videla y
otros” quedó suficientemente probado que a partir de ese día se instrumentó
un plan sistemático de imposición del terror y la eliminación física de
miles de ciudadanos sometidos a secuestros, torturas, detenciones
clandestinas y toda clase de vejámenes. En este propio Colegio Militar
fueron secuestrados cadetes que luchaban por la vida y por la democracia.
Por eso nunca más el terrorismo de Estado, hasta acá llegó.
Hace pocos días el Honorable Congreso de la Nación dispuso por ley que esta
fecha, “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, figure
entre los feriados nacionales inamovibles. Debe ser ésta, entonces, una
jornada de duelo y homenaje a las víctimas y también para la reflexión
crítica sobre la gran tragedia argentina que se abrió un día como hoy de
1976 con el golpe militar que fue el camino y el instrumento del terrorismo
de Estado, la más cruenta de las experiencias antidemocráticas que nuestra
Patria haya padecido.
Venimos hablar en este día a los jefes de las Fuerzas, a los generales,
almirantes y brigadieres, a los oficiales superiores, a los oficiales
jefes, a los jóvenes oficiales, a los suboficiales, a los soldados
voluntarios, al personal retirado y a los civiles que trabajan en
instituciones castrenses, le hablamos a las mujeres y a los hombres de la
institución militar, pero también hablamos para toda la sociedad, porque
aquel golpe no se redujo a un fenómeno protagonizado por las Fuerzas
Armadas.
Los golpes de Estado padecidos por los argentinos han tenido en el siglo
XX
una larga, luctuosa y difícil historia y nunca constituyeron sólo episodios
protagonizados por militares.
Sectores de la sociedad, de la prensa, de la iglesia, de la clase política
argentina, ciertos sectores de la ciudadanía tuvieron también su parte cada
vez que se subvertía el orden constitucional. Lo digo porque no todos han
reconocido todavía su responsabilidad en los hechos.
Cuando alguien abría la puerta de los cuarteles para ir hacia el poder y en
contra de las instituciones de la democracia, previamente habían concurrido
otros a golpearlas; poderosos intereses económicos cuya representación ha
sido y es patéticamente minoritaria trabajaron incansablemente para
deteriorar las instituciones democráticas y facilitar el atropello final a
la Constitución.
Han contado también con el aporte de otros factores culturales, el aporte
de distintas concepciones del mundo de diversas ideologías, de los medios
de comunicación y de muchas instituciones que nunca toleraron el principio
rector de la soberanía popular; había algunos que hasta decían que el
general Videla era un general democrático y que era la transición que
necesitábamos. (APLAUSOS) Esa soberanía popular que es base irrenunciable
de la institucionalidad republicana democrática.
Ese conglomerado económico cultural, social y político trató y lo logró por
mucho tiempo de convertir a las Fuerzas Armadas en el brazo instrumental y
protagónico de ese proyecto que afectó tanto a la estructura de la sociedad.
A partir del 24 de marzo de 1976, se aplicó un plan coordinado y
sistemático de exterminio y represión generalizados, con un costo humano
minuciosamente calculado, que sometió a miles de personas al secuestro, a
la tortura y a la muerte y los convirtió en “ausentes para siempre”,
“ausentes para siempre”, como cínicamente proclamó el mayor responsable
de los crímenes.
Otros miles poblaron las cárceles sin causa o con procesos ilegales y
muchos miles más encontraron en el exilio la única forma de sobrevivir.
Cientos de niños fueron arrancados de los brazos de sus madres en
cautiverio al nacer y privados de su identidad y de su familia.
No se trataba de excesos ni de actos individuales. Fue un plan criminal,
una acción institucional diseñada con anterioridad al 24 de marzo y
ejecutada desde el Estado mismo bajo los principios de la doctrina de la
Seguridad Nacional.
La mayoría de las víctimas pertenecían a una generación de jóvenes, hijos
de muchos de ustedes, hermanos nuestros, con un enorme compromiso con la
Patria y el pueblo, con la independencia nacional y la justicia social, que
luchaban con esperanza y hasta la entrega de sus vidas por esos ideales.
Pero más allá de estos miles y miles de víctimas puntuales, fue la sociedad
la principal destinataria del mensaje del terror generalizado.
El poder dictatorial pretendía así que el pueblo todo se rindiera a su
arbitrariedad y su omnipotencia. Se buscaba una sociedad fraccionada,
inmóvil, obediente, por eso trataron de quebrarla y vaciarla de todo
aquello que lo inquietaba, anulando su vitalidad y su dinámica y por eso
prohibieron desde la política hasta el arte.
Sólo así podían imponer un proyecto político y económico que reemplazara
al proceso de industrialización sustitutivo de importaciones por un nuevo
modelo de valorización financiera y ajuste estructural con disminución
del rol del Estado, endeudamiento externo con fuga de capitales y, sobre
todo, con un disciplinamiento social que permitiera establecer un orden que el
sistema democrático no les garantizaba.
Para el logro de estos objetivos querían terminar para siempre con lo
distinto, con lo plural, con lo que era disfuncional a esas metas. Ese
modelo económico y social que tuvo un cerebro, que tuvo un nombre y que
los argentinos nunca deberemos borrar de nuestra memoria y que espero que
también la memoria, justicia y verdad llegue, se llama José Alfredo
Martínez de Hoz. (APLAUSOS)
Lamentablemente, este modelo económico y social no terminó con la
dictadura; se derramó hasta fines de los años 90, generando la situación
social más aguda que recuerde la historia argentina. (APLAUSOS)
Víctima de ese modelo fue el pueblo, que sufrió empobrecimiento y
exclusión, de las que todavía hoy afrontamos las terribles consecuencias.
Lamentablemente, los verdaderos dueños de ese modelo no han sufrido
castigo alguno.
En los momentos terribles de la noche dictatorial, fueron mujeres y
hombres, pero sobre todo mujeres, mujeres, las que se organizaron para
enfrentar a la barbarie, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. (APLAUSOS)
Esta casa y esta institución del pueblo las recibe con los brazos y el
corazón abiertos, reconociéndoles su tremendo valor. Ese puñado de
mujeres sin más poder que su dolor, su amor y su coraje, enseñaron el camino de
la lucha para reconstituir un orden democrático y por conseguir una cuota de
justicia y de verdad. Ellas fueron un maravilloso ejemplo de la
resistencia frente a la barbarie que trató de suplir la lamentable defección de
muchos otros.
Todos hemos aprendido de aquel error. Ese proyecto criminal ha sido
derrotado en la conciencia política argentina. Nuestra sociedad, en la
que casi la totalidad de los sectores políticos, sociales, culturales y
económicos rechaza ese pasado, lo juzga críticamente y es por su lucha
que los impedimentos jurídicos para el juzgamientos de crímenes contra la
humanidad, están derogados y la Justicia desarrolla su tarea con total y
absoluta independencia.
La dictadura militar fue una gran tragedia para el país; su ejecución,
repito, no fue solamente una responsabilidad castrense; también los
sectores dominantes de la vida económica y cultural contribuyeron a
construir esa Argentina sometida a una estrecha, mezquina y explotadora
concepción del mundo.
La gravedad de lo ocurrido, su saldo luctuoso y desgarrador, las
monstruosas y aberrantes conductas en que incurrieron las Fuerzas Armadas,
las consecuencias de la concentración económica, el desempleo, el aumento
de la pobreza, la destrucción de la economía local y la exclusión que se
derivaron del modelo implementado, hacen imperativa la reflexión sobre
ese período.
Porque el pueblo que no piensa su pasado y que no lo elabora, corre el
grave riesgo de repetirlo; pero más importante aún que recordar, es
entender, aunque para entender es indispensable también recordar. Ese
proceso de recordar, esa reconstrucción de la memoria, es un valioso
mecanismo de resistencia.
Obviamente, es también un ámbito de conflicto entre quienes mantienen el
recuerdo de los crímenes de Estado y quienes quizás, algunos todavía con
buena intención pero otros buscando su propia impunidad, proponen dar por
cancelado ese período y pasar a otra etapa argumentando que la clausura
de la memoria, facilita la reconciliación.
Muy por el contrario, creemos que la memoria no es sólo una fuente de la
historia, sino que es fundamentalmente un indispensable impulso moral y,
además, es un deber y una necesidad ética y política de la sociedad.
Afortunadamente, hoy tenemos una amplia y diversa producción cultural
que, con formato de ensayo, libro, testimonio, obras de ficción, teatro y
cine argumental y documental, expone y discute nuestro pasado inmediato.
Esas elaboraciones, esas discusiones son muy fecundas porque son
plurales. Cuando buscan la verdad y como lógica consecuencia la obtención
de justicia, cuando no persiguen el odio ni la revancha, pueden aportar
el conocimiento del pasado. En ellas la Argentina vive y transfiere su
dinámica y su voluntad de persistencia y transformación a nuestros hijos
y a los hijos de nuestros hijos.
Como Presidente de la República no pretendo construir una verdad
definitiva, que es patrimonio de todas las generaciones. Sólo aporto,
como lo he dicho muchas veces, mi verdad relativa.
Pero sí, debo trabajar duramente para contribuir a asegurar principios
básicos de la convivencia. A los argentinos se nos ha hecho carne, después
de mucho dolor, la necesidad del respeto a la vida y a la dignidad de la
persona humana y de la vigencia efectiva de los derechos humanos que
están constitucionalmente consagrados.
Nuestro íntimo convencimiento es que no puede haber convivencia en paz
y reconciliación mientras queden resquicios de impunidad. Siempre hemos
pensado que sólo con verdad y con justicia, conformaremos una sociedad
que se desarrolle en paz. Nunca hemos creído que eludiendo el veredicto y
forzando el olvido, calmaremos la sed de justicia que exhibe el alma
misma de nuestra comunidad. Sólo castigando a los culpables se liberará de
culpa a los inocentes.
Me han escuchado reclamar públicamente en otros tiempos, que no había
punto final sin verdad; han oído también de mi boca, allí cuando otros lo
apañaban, que no era posible invocar a modo de disculpa legal el
cumplimiento de órdenes manifiestamente ilegales. Igual que en esos casos
siempre hemos cuestionado que la facultad de indultar haya servido para
condonar o aliviar las condenas judiciales impuestas o para impedir el
juzgamiento de los responsables del mayor genocidio que nuestra historia
recuerda.
Lo dijimos cuando se dictaron en la Plaza, lo reiteramos hoy: ni el
punto final ni la obediencia debida ni los indultos fueron los caminos
adecuados para alcanzar la verdad e imponer la justicia. Sólo han sido enormes
heridas y frustraciones cuidadosamente envueltas en las formas pero
carentes de contenido ético.
En todos los casos, lejos de calmar la vocación ciudadana de justicia, se
incrementó día a día, mes a mes, año a año el reclamo de las víctimas, de
sus deudos y de la sociedad argentina.
Sigo anhelando que la verdad y la justicia predominen, pero aspiro
lograrlo respetando el marco institucional que la República impone. Hemos
acompañado la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida
en la certeza de que ése era el camino constitucionalmente
adecuado para desandar el sendero de la impunidad al que nos condujeron y
al que nos quisieron dejar atrapados.
En pos de la verdad y la justicia, tal vez sea la hora de desarticular la
red de impunidad tejida a través de aquellos indultos. Algunos tribunales
han declarado ya en casos concretos su inconstitucionalidad, pero esta vez,
también respetando el marco institucional que la República impone, debe
seguir siendo la Justicia quien deba dejar con claridad la
inconstitucionalidad de dichas normas que, a mi juicio, chocan frontalmente
con la ética republicana que recomienda que ante el crimen busquemos la
verdad y anhelemos la justicia.
No es posible reestablecer la calidad institucional y la marcha hacia la
verdad buscando el atajo de lo inconstitucional. Nadie puede pedir que un
decreto derogue a otro a través del cual se indultó. Aquellos indultos
trasgredieron, a mi juicio y a mi verdad relativa, la ley fundamental de
la Patria.
Espero, como se reclama permanentemente, que prontamente la Justicia
determine la validez de esa constitucionalidad o lo que yo pienso a mi
juicio, la inconstitucionalidad de los mismos. (APLAUSOS)
Nos quieren y me quieren, sectores de la extrema derecha y algunos otros,
hacer caer en una trampa, que no podemos dejar que nos lleven a ella por
las democracias, sus instituciones, la verdad y la justicia.
Quiero que mi decisión de seguir buscando la verdad y la justicia siga
siendo tan firme como mi respeto a las normas constitucionales y a las
instituciones de la República en la que la certeza de que todo está
indisolublemente unido.
Queremos poner fin a los códigos del silencio que subordinan todo el
ocultamiento de la verdad. Descorriendo este velo sabemos que contribuimos
a evitar que los verdugos se mezclen con los inocentes y se oculten
detrás de las instituciones.
Con verdad, con memoria y con justicia, con castigo a los culpables,
poniendo las cosas en su justo lugar, echaremos las simientes para
construir un país más justo.
Debo hoy también decir acá que en este edificio y todo establecimiento
militar debe ser para siempre solamente la casa del general San Martín y
sus hermanos en la lucha por la independencia: el general Belgrano y el
almirante Brown.
Debe ser la casa de San Martín, el gran libertador, que combatió en San
Lorenzo, cruzó Los Andes, luchó, libertó Chile y Perú y se abrazó en el
combate independiente con grandes americanos como O’Higgins y el gran
Simón Bolívar.
Debe ser la casa de aquel San Martín que nunca desenvainó su espada en
el campo siniestro de las guerras civiles.
Debe ser la casa del ciudadano general Manuel Belgrano, el hombre que
marchó a su destino del general improvisado y nos legó la bandera que nos
unifica distintivamente como nación.
Debe ser también la casa de Guillermo Brown, ayer y hoy nuestro primer
almirante, el inmigrante que fundó nuestra flota y combatió con denuedo y
sencillez. Y debe ser la casa y la Argentina de los principios
de ese ilustre ciudadano y gran político y pensador argentino que se
llamó Mariano Moreno.
La soberbia, el militarismo y la distancia con el pueblo, nunca estuvieron
en las convicciones de las conductas de estos grandes hombres.
Hemos aprendido nosotros y hoy aprenden nuestros hijos y nuestros nietos
en las escuelas de la Nación, el recorrido de sus vidas y sus proyectos
ejemplares. En sus ejemplos y en el de tantos otros próceres y ciudadanos
anónimos deben inspirarse los militares argentinos y todos los ciudadanos
de la Patria.
Queremos sentirnos orgullosos de que todos los uniformes de los soldados
de la Patria sean respetados en su prestigio y vistos con alegría y no con
temor, como ese temor que tuvimos hace treinta años, queridos hermanos de
las Fuerzas Armadas, que veíamos un uniforme y creíamos que se nos
terminaba la vida.
No sólo aquellos que éramos militantes de mucho tiempo, militantes de
nuestras convicciones, sino con el tiempo una ciudadanía asustada y
aterrorizada. Yo sé que todos los cuadros de hoy tienen una gran tarea
cívica, una gran tarea junto a los ciudadanos de la Patria a construir no
la adhesión a algún partido político o a alguna fuerza determinada.
Acá, desde el Colegio Militar de la Nación, quiero llamar a la conducción
de ciudadanía, queremos sentirnos ciudadanos y para sentirnos ciudadanos,
respeto a los derechos humanos, justicia, equidad, inclusión social e
igualdad de oportunidades para todos los argentinos, con certeza
indiscutible para que todos los sables sanmartinianos protejan al ciudadano
y que el juramento constitucional siempre sea honrado. (APLAUSOS)
Miremos el pasado en nuestras guerras civiles y sin que la mía pretenda ser
una interpretación única de la historia, quiero que reflexionemos sobre
el enorme espacio de espanto que crímenes sin sentido abrieron en nuestra
historia. La inmolación de Manuel Dorrego en el siglo XIX y de Juan José
Valle en el siglo XX, constituyen las marcas iniciáticas de una tragedia
que nos ha azotado hasta el presente.
Creo interpretar a mis compatriotas al estimar con optimismo el futuro, con
esa convicción que proclamamos: nunca más al golpe y al terrorismo de
Estado, por siempre respeto a la Constitución Nacional, verdad, memoria,
justicia y, obviamente, ni odios ni venganzas.
Solos aquellos que no tienen la verdad, solos aquellos que no creen en la
democracia; solo la actitud de aquellos que desprecian la diversidad, la
pluralidad y el consenso y el derecho a pensar distintos, pueden aspirar
a tener esas nostalgias que duelen y espantan.
Queridos jefes de nuestras Fuerzas Armadas, queridos hermanos: cuando
escucho a algunos defender los aberrantes e innobles crímenes y acciones
del ‘76 y levantar el golpe del ‘76, yo creo que no hay pasión humana que
puede llevar a defender tanto terror. No hay ideas diferentes que se pueden
dar -y que se dan en toda democracia- que puedan hacer creer que se puede
construir un país en base al dolor, a la desaparición y a la ausencia,
como dijo ese general casi innombrable.
Quiero terminar así: cuando la prensa del mundo le preguntaba “Y los
desaparecidos, ¿quiénes son?”. Y dio una definición de desaparecidos que
a cada uno en el lugar que estábamos nos espantó: “No están, no existen, no
hay desaparecidos”.
Señor Videla, porque no merece que lo llame general, hay treinta mil
argentinos que fueron desaparecidos de distintas ideas y hay cuarenta
millones de argentinos que fuimos agredidos y ofendidos por su
pensamiento
fundamentalista y mesiánico. Espero que la justicia proceda y a fondo.
Yo estoy seguro que esa verdad y esa justicia debe ser acelerada y
encontrada y este 24 de marzo y todos los 24 de marzo deben servir en el
marco de la construcción de la verdadera memoria. Es una fecha que debe ser
fuertemente consolidada y no tratar de adueñarse nadie de ella, basados a
veces en especulaciones políticas de corto lucro.
Porque queridos hermanos y hermanas, la verdadera vanguardia de la lucha
contra la dictadura fueron las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo.
Muchísimas gracias.

Sunday, March 26, 2006


DEBEMOS COMENZAR A PENSAR EN GRANDE.-
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Objeto: La refundación movimientista.-
Este texto de Perón que ha cumplido ya los 32 años, fue arrastrado por la crisis y guerra interna que carcomió hasta 1978, a la sociedad argentina y a los peronismos de por entonces. No fue. Y ahí comenzó nuestra decadencia como Nación. Conducir en estas condiciones de los 70 la reconstrucción de la Nación no era tarea posible ni siquiera para Perón. La refundación del movimiento nacional exigía tener desde el mayoritario consenso del general, los cuadros y orgánicas necesarios, hasta el poder militar que Perón tuvo en sus manos para la etapa fundadora del 45 pero del que carecía para 1973. Refundar el movimiento nacional requería también de esa partera que fue, es y será la capacidad de violencia, en acto o potencial.-
Hoy la historia parece darnos una segunda oportunidad. Los peronistas, soldados de Perón, es necesario retomemos la historia en el punto donde se encanallaron las fuerzas. Reconstruir el poder nacional, tal la misión.-
Ganar las elecciones del 23 es una huevada, yastá. Reconstruir el poder nacional no es tarea para enanos.-
¿Qué se piensa?
Leamos con sentido crítico el texto de Perón que corre al pie.-
Horacio Casco.-
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A PENSAR EN GRANDE

30 de agosto de 1973
He querido llegar hasta acá para sintetizar las ideas que surgen del conocimiento paulatino que vamos tomando de la situación nacional. Desgraciadamente, esa situación nacional no es nada alentadora. Es indudable que durante muchos años las instituciones han ido trastocando sus funciones y paulatinamente degenerando en una dirección que no es ni ha sido la más conveniente para la comunidad.
En esto los argentinos tenemos que hablar sin reservas mentales, porque la situación se puede ir compulsando a medida que es posible ir penetrando en los distintos factores y circunstancias que juegan tanto en la situación política como en la social, la económica, la cultural, etc. Sólo ahora, con base en los informes que he ido recibiendo, puedo decir con toda franqueza cuales son las ideas que nosotros debemos contemplar en estos momentos, para encarar una solución que, con todo, no es nada fácil.
Creo yo, y así lo he trasmitido a muchos señores -especialmente, dirigentes políticos con quienes he mantenido y mantengo un permanente contacto que la situación de la República Argentina -y esto lo digo con la experiencia que presupone mi larga preocupación por la cosa pública durante los dos períodos constitucionales de gobierno que me tocó desempeñar en el pasado-, creo que la situación argentina es de tal naturaleza, que es imprescindible que todos los argentinos, deponiendo todas las pasiones que puedan habernos movido y todas las controversias en que podamos habernos vistos envueltos en el pasado, nos persuadamos de la necesidad de que todos, unidos y solidarios, nos pongamos a resolver una situación que, de otro modo, puede conducirnos a un desastre futuro.
Al conformarse un nuevo gobierno, cualquiera sea el candidato que tome la responsabilidad, deberá asegurar para esa etapa una acción mancomunada, sin la cual el país no tendrá mucho que agradecernos. Pienso yo que al país, durante este primer Gobierno del Pueblo, es necesario que lo consideremos como en estado de emergencia.
Lo mismo que ha sucedido en otros países que, al terminar una guerra o ante una gran catástrofe, declaran el estado de emergencia, en el cual toda otra consideración menor pasa a segundo plana, para ir a lo fundamental, que es la salvación de la comunidad, fuera de la cual no hay solución para nadie, porque nadie ha de realizarse en una comunidad que no se realiza.
Con esa preocupación es que he querido llegar hasta los compatriotas legisladores de todos los sectores. Cada uno debe estar animado de los mismos sentimientos y actuar con sinceridad que exige la consideración de estos problemas. En consecuencia, se descuentan la buena intención y la buena fe, sin reservas mentales de ninguna naturaleza, como debemos hablar hoy todos los argentinos, si es que tenemos el deseo de que el país salga adelante, como creo ocurrirá en poco tiempo.
Los dos Gobiernos -el que transcurrió desde el 25 de mayo y el que esta actualmente en la dirección del Estado- han recibido una planificación que no es de ahora. Si nosotros recién comenzamos ahora a estudiar los problemas y a preparar una planificación, llegaríamos tarde.
Hace ya varios años que, en nuestro Movimiento, organismos perfectamente orgánicos han venido estudiando los problemas, de manera que el Gobierno ha recibido el producto de toda esa planificación y de esos estudios, especialmente en el aspecto económico, que es por ahora uno de los más importantes, fuera del político, que es el más importante de todos.
La solución del problema político dará lugar a las demás soluciones. Pero el problema económico es de una importancia extraordinaria. Por eso se ha venido trabajando intensamente, y todos los proyectos de leyes que se han pasado a la consideración de los señores legisladores han sido estudiados profundamente y pertenecen a un plan de conjunto, como deben ser los planes que elaboremos en el presente: pensando en el futuro inmediato.
Por eso, yo hago de esta oportunidad una ocasión para pedirles a los señores legisladores que contemplen y aceleren los estudios de todos los aspectos del conjunto de leyes económicas, sin las cuales quedaran detenidos algunos planes, ya que solamente podrán ejecutarse mediante estas leyes.
Si no, habrá que actuar con contratos, diremos de intención, que no es lo mismo que poder hacer ya los contratos definitivos, porque la ayuda que nosotros necesitamos, y que está en marcha, no hay que desperdiciarla.
En esto, como en todas las ocasiones de la vida, al hierro hay que doblarlo cuando esta caliente. Y en este momento, nosotros tenemos oportunidad de poder asimilar una enorme ayuda, que quizás en el futuro no sea de la misma cantidad y de la misma calidad.
Este es un pedido que yo hago a los legisladores especialmente, por que estoy siguiendo muy de cerca toda esa legislación. Hay que darse cuenta de que tampoco esta es una legislación que fijaría todo con carácter definitivo, pero cualquier defecto que durante la marcha pueda observarse es susceptible de corregirse inmediatamente por una nueva legislación que los señores legisladores tendrán en sus manos y bajo su responsabilidad.
De manera que lo que queremos es que no se pierda tiempo.
Ya esto puede ponerse en marcha, y eso es de una importancia decisiva para la solución de muchos problemas económicos que están pendientes.
Yo tenía también el deseo de tratar el problema político. Ese problema político, para nosotros, puede ser absolutamente decisivo.
Existen circunstancias que estaría de más que yo comentara, porque los argentinos somos pocos y nos conocemos bastante bien. Es necesario actuar a través de un buen criterio. Las desviaciones, son siempre posibles si son ayudadas por los dirigentes políticos.
El dirigente político en la República Argentina, como en casi toda Latinoamérica, tiene un momento de la vida en que debe contemplar con gran prudencia y penetración su situación.
Las comunidades modernas, como los pueblos, no valen ni por la cantidad de territorio, ni por la cantidad de habitantes, sino por la calidad de los dirigentes políticos que las encuadran y las conducen
Precisamente contando con esto han especulado las fuerzas que venían actuando en favor de la dependencia. Y han especulado con mucha sabiduría.

Hemos observado que, desde hace muchos años, los dirigentes políticos han sido objeto de una denigración permanente. Es decir, hay una organización que se ha encargado de llevar a la conciencia de mucha gente fácil de convencer que el político es siempre un venal, un ladrón, un sinvergüenza y un hombre que no ama a su Patria.
Esto, desgraciadamente, se ha hecho cierto en muchas oportunidades, y nosotros, los políticos, hemos sido los mejores colaboradores que tales patrañas han tenido, porque nosotros nos hemos encargado de decirnos todas esas cosas todos los días, aun a sabiendas de que eran falsas y que servían a intereses que no eran los del pueblo argentino.
Esto, señores, es un asunto ya muy conocido y que pertenece a la historia. Y aunque no han transcurrido en algunos casos los veinticinco años que permiten las publicaciones, podemos saber perfectamente como se han gestado y por qué.
Todo esto, para nosotros, ha comenzado en 1956 con la primera reunión de presidentes de América, que se realizo en la ciudad de Panamá y a la que concurrieron los jefes de Estado de las veintiuna naciones latinoamericanas.
En esa primera conferencia de presidentes de América, yo, que estaba desterrado en Panamá, tuve ocasión de meter la nariz desde lejos; y la metí "porque entre los jefes que asistieron tenía buenos amigos".
Hablando sobre la información publicada, uno de ellos, hombre de gran claridad, dijo:
"Vea, todo esto ha sido con un solo objeto. Para que se ha hecho esta conferencia lo dijo en los últimos días de la Conferencia el presidente Eisennhower, y es porque una guerra internacional entre los países latinoamericanos ya no sería posible en el futuro, por la sencilla razón de que las fuerzas, convencionales - es decir, ejercito, marina y aeronáutica - habrían perdido su razón de ser de antes. Pero, como el comunismo era el enemigo que teníamos en el continente, esas fuerzas debían dedicarse exclusivamente a combatir al comunismo".
Aprobada esta idea, se estableció una reunión de los comandantes en jefe para dos años después, en San José de Costa Rica. En el interregno, entre el 56 y el 58, se invitó a los jefes a las visitas consabidas, y en el Pentágono, probablemente, les hicieron el lavado de cerebro correspondiente; se establecieron cursos especializados de las fuerzas del Caribe en el Canal de Panamá, y dos años después se realizó la conferencia de San José.
Pero lo importante viene después.
A raíz de eso, todos los países latinoamericanos cayeron en manos de dictaduras militares. Las consecuencias las sacará cada uno de ustedes.
Y es curioso que, juntamente con esa acción, donde indudablemente mediaron cuestiones inconfesables, arreció de una manera tremenda el ataque contra los dirigentes políticos de toda Latinoamérica.
Los diarios, revistas y, como digo, desgraciadamente nosotros mismos, nos encargamos de sacarnos el cuero mutuamente, en favor de una causa que realmente era una infamia.
Por eso creo yo que, contra toda esa dependencia, debemos reaccionar.
Ya no es posible que sigamos nosotros sirviendo intereses hábilmente tramados, que van tras finalidades contra las cuales todos nosotros estamos decididos a combatir. Bajo tal dependencia, ningún país podrá realizar su propio destino.
Pienso yo que todas esas circunstancias han de ser conocidas por el pueblo argentino, y especialmente por nosotros, los políticos, tan denigrados durante tantos años, a pesar de todos los sacrificios que hemos soportado para servir de alguna manera a la patria de la manera en que cada uno de nosotros la entiende.
Señores, podría comentar que el haber estado tantos años lejos del país me ha permitido conocer muchas cosas que aquí, con el trafico gallináceo de firmar decretos todos los días en la Casa de Gobierno, no se puede conocer. Pero nosotros debemos comenzar a pensar ya en grande.
Ese juego de enanos que se ha dado en muchas oportunidades, tenemos que abandonarlo. Tenemos que empezar a pensar que formamos parte de un continente cuyo destino es envidiable, aún para los superdesarrollados, que se están quedando sin las riquezas naturales, y pensar que nosotros somos los que disponemos de esas reservas, seremos los ricos del porvenir, en tanto ellos serán los pobres del futuro.
Este es un proceso que está en marcha desde que terminó la segunda guerra mundial. Es decir, que los que han destruido ecológicamente sus zonas de supervivencia echan sus ojos hacia las zonas de grandes reservas que todavía existen en la Tierra, aunque no porque hayamos sido muy previsores para no destruirlas, sino porque no hemos tenido ocasión de hacerlo.
Pensemos en esta gran enseñanza, porque la etapa que viene de acá al comienzo del siglo XXI -el temido año 2000- tiene que ser de grandes previsiones si no queremos sucumbir. De ahí que nuestra política internacional ha de estar dirigida a la unidad latinoamericana y a la conformación de un continente unido, solidario y organizado para defenderse.
Nada hay hoy más importante en la política internacional que eso, porque si no nos organizamos y preparamos para defendernos, nos lo van a quitar todo, y por teléfono, si es necesario.
Hay que pensar, señores, en qué sentido va el mundo -y, sobre todo, los grandes países- están pensando en que esta evolución que nosotros hemos presenciado, va a desembocar , quizás antes de que comience el siglo XXI, en una organización universalista que reemplace al continentalismo actual. Y en esa organización universalista se llegará a establecer un sistema en que cada país tendrá sus obligaciones, vigilado por los demás, y obligado a cumplirlas aunque no quiera, porque es la única manera de que la humanidad puede salvar su destino frente a la amenaza de la superpoblación y de la destrucción ecológica del mundo.
Así que, nosotros debemos comenzar a pensar también, que ese universalismo ha de ser organizado por alguien, y que, si nosotros no nos disponemos también a intervenir en la organización de este internacionalismo, todos nuestros años de lucha por liberarnos serán inútiles, porque si los imperialismos actuales imponen el ritmo de esa universalización, lo harán en su provecho, no en el nuestro.
Señores: por eso pienso que los enormes problemas que los argentinos de la generación que nos sigue a nosotros deberán resolver son de una importancia tal, y tan llenos de peligros y de asechanzas, que si no se los descarta por una acción que comencemos desde ahora, es probable que lleguemos con retardo a su solución, en consecuencia, paguemos como pagan todos los que llegan tarde.
Lo que quiero es tratar de despertar en el animo de los argentinos la conciencia de que debemos unirnos para resolver estas minucias de nuestra política interna, porque esta frente de nosotros una juventud a la cual tendremos que legarle algo positivo, y lo positivo que podemos legarle es lo que hagamos para las soluciones del futuro mediato. Si no, la juventud tendrá un día derecho a decir que nosotros hemos sido unos patanes que no hemos sabido resolver un problema que en ese momento ellos verán con una claridad meridiana.
Seamos capaces de pensar, seamos capaces de prever, y empeñémonos en las empresas importantes, con todo el empeño que debemos poner, dejando las cosas subsidiarias y secundarias -como es la política interna-, para resolver lo principal entre amigos que buscan y quieren un destino común.
Nuestro Gobierno ya está dentro de estas orientaciones, y el Poder Ejecutivo esta obrando dentro de ellas. Así, pues, hemos corregido muchas cuestiones que nos presentaban equívocamente frente a un mundo que nos esta observando.
Dentro de pocos días se realizara la segunda reunión de países no alineados. Nosotros estamos y estaremos allí, estaremos dentro del concepto de lo que esa gente defiende: un tercer mundo. Un tercer mundo que en el futuro no dejará que los imperialismos puedan resolver el problema de la organización universal en su provecho y beneficio, y en perjuicio de todos los demás.
Ahora, con referencia a esa política interna, que también entre nosotros tiene su importancia salvando, sin duda, el gran plafond donde debemos poner la inspiración y el pensamiento para ese futuro al que debemos y tenemos derecho a aspirar, es indudable que ha llegado el momento de que la política argentina cambie totalmente, sin dejar de seguir respetando, por supuesto, los principios democráticos en los que se ha fundado nuestra nacionalidad.
Pero no dejaremos de obedecer también a esa evolución que nos lleva hacia otras direcciones, que no son las mismas que ella. La democracia tiene en su concepción integral, infinito numero de gradaciones y de matices. Se puede cumplir de varias maneras, como ha venido ocurriendo en todas las etapas de la evolución de la humanidad.-
El Medioevo creo su sistema, el sistema feudal. Las nacionalidades crearon su sistema demoliberal. El continentalismo crea su sistema eminentemente social.
El hombre no interviene sino subsidiariamente en la evolución.
Esta es obra del determinismo, y a veces del fatalismo histórico. El hombre cree que el lo hace. ¡Pobre ingenuo! El sólo crea un sistema periférico, para poder, como una montura, acomodarse y cabalgar sobre la evolución, sobre la etapa de la evolución que le toca vivir .
Así hemos sido feudales, demoliberales, socialistas hoy, porque el mundo va, indudablemente, en esa dirección, y no sabemos que seremos en la etapa universalista, que esta más próxima que lo que todos nosotros imaginamos.
El Medioevo duró quinientos años, pero se andaba en carreta. En la época del automóvil, el demoliberalismo duró dos siglos: el diecinueve y el veinte. El continentalismo, en la época del jet, ¡quien sabe si llega al año dos mil!
Empezará un nuevo sistema, que caracterizará las nuevas formas de la organización universal, en la que todos los países han de comprometer sus destinos si no quieren sucumbir .
Porque este problema se resuelve de dos maneras. Una es buscando la solución geopolítica que permita una mayor producción y una mejor distribución de los medios de subsistencia. La otra es la bomba de cien megatones, que también será una solución, si la insensatez de los hombres no acertara a resolver el problema por la vía geopolítica.
Me temo mucho que eso pueda suceder, porque veo como se comienzan a defender ya las formas políticas y sociales de una situación injusta para el noventa por ciento del mundo. Allí esta el centro de inspiración de nuestra política, sin ocuparnos inútilmente de las palabras. No, son los hechos los que han de movilizar nuestra acción y nuestra conciencia, no las palabras.
En esto, la política interna de nuestro país ha de cambiar, como cambian todas las democracias modernas. Hoy es imposible hacer congeniar los partidos políticos de hace un siglo y aún de hace medio siglo, cuando las formas falsas de la política habían llegado a conseguir que un argentino pudiera ser mortalmente enemigo de otro argentino.
Hoy eso, señores, es inaceptable. Es inaceptable acá y en Budapest. Es una cosa pasada ya para el mundo. Hoy, las formas de lucha política son totalmente diferentes. Se hacen todas orientadas con un solo objetivo: el bien del país, en el que cada uno pone su idea, sea de extrema derecha o de extrema izquierda, no interesa de donde, siempre que sea una idea que pueda ponerse al servicio del destino y la grandeza del país.
Señores, si fuera otra fuerza política la que obtuviera el triunfo en las elecciones y se hiciera cargo del gobierno, para nosotros sería igual, en las circunstancias en que nos encontramos.
Daremos sin ninguna clase de sectarismos y sin exclusiones de ninguna naturaleza la posibilidad de que cada argentino bien intencionado, cualquiera sea el rótulo con que venga, pueda intervenir en la acción de gobierno, ya sea en lo legislativo como en lo ejecutivo.
Nosotros haremos posible que todos los argentinos, cualquiera sea su matiz política, puedan intervenir en la defensa de la cosa pública, respetado por las demás fuerzas.
Nunca he visto ese respeto a las minorías del que se habla, aunque lo he oído citar desde que tengo uso de razón. Pero lo he visto atropellar también desde que tengo uso de razón. No he conocido ningún sistema argentino -y cumpliré ya setenta y ocho años dentro de pocos días-, no he visto que se le diera la menor importancia, como dicen los muchachos, que se le diera corte a las minorías, lo que es injusto, y no debe ser.
Los grandes valores que la inteligencia pone en los hombres no indican que han de estar en la mayoría o en la minoría: están en todas partes. Es necesario que eso sea lo que juntemos y acopiemos para llevar adelante el país, siempre que esté calificada con la honradez y la lealtad que éste debe exigir a cada uno de sus hijos.
Señores: yo no quiero abrumarlos a ustedes con muchas otras cuestiones que podríamos desarrollar dentro del panorama nacional. Me basta con pocas líneas sintéticas para fijar de una manera general la orientación que el Movimiento Justicialista y el Frente Justicialista de Liberación Nacional tratan de desarrollar, y es la de pedirles a todos los dirigentes políticos de las otras fuerzas políticas que sean nuestros amigos y nos acompañen en la tarea que es común.
Pensando en lo que hay que realizar "ningún esfuerzo realmente útil para el país puede ser despreciable".
Yo he querido llegar a ustedes con estas palabras, que reafirman, de la manera más absoluta, que nuestro gobierno, si es que triunfamos, será un gobierno de emergencia, porque la situación también es de emergencia.
En ese gobierno de emergencia haremos lo que en los casos de emergencia hay que realizar: llamaremos a todos los argentinos y pondremos en sus manos la posibilidad de hacer cada día algo por la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de nuestra Nación.
Yo quiero que todos los argentinos sepan que nuestro Movimiento ni es sectario, ni es excluyente. Hemos dado prueba de ello a lo largo de treinta años. Todo el que ha querido llegar a nuestro Movimiento, ha llegado, y ha tenido el mismo derecho que todos los demás, porque yo no creo que los movimientos sirvan solamente, como dicen algunos, con los de la primera hora. Sirven con los de todas las horas, y eso es lo que nosotros buscamos.
Si en esa etapa de emergencia somos capaces de olvidar y echar a la espalda todas las pasiones que hayan podido agitarse en el pasado, recién entonces dispondremos del espíritu suficiente para encarar esta gran tarea común con la solidaridad que el propio patriotismo nos esta exigiendo.
Juan Domingo Perón - 1973




AL NIVEL POPULAR,....
DECIMOS QUE CON EL PERONISMO SE PUEDE HACER CUALQUIER COSA,....
MENOS AL MEDIANO Y LARGO PLAZO,..
DERROTARLO.-
HC.-
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A TODOS.- (polemizaos los unos a los otros).-
1.- Peronismo: Por esas cosas de la realidad, se nos abruma, con preguntas, omisiones y silencios cobardes ruidosos, informes, debates, cuestionamientos públicos como los que se producen entre Lozano(CTA),...Fernández y Kunkel,... en especial el CTA está en terapia intensiva y marcha a la mesa de operaciones. Nada será en 2006 como ha sido hasta 2005.-
2.- El vandorismo, se alzó contra Perón y el peronismo, con el apoyo de empresariado nacional, la embajada de USA, los Rockefeller, la línea Cabot Lodge del Depto. de Estado, la iglesia y los jesuitas del CIAS, con el control del aparato partidario de la Unión Popular, de las 62 y la CGT, con Cafiero,etc.... pero murió en el más lato sensu.-
3.- La guerrilla socialista, está en plena autocrítica y suma de fuerzas via pingüinismo,... que llegó a operar unificada, combatió en dos frentes simultáneos(ver Clausewitz), el interno del peronismo y el externo de casi toda las instituciones, partidos, etc. Hoy tampoco existe. Kunkel es peronista.-
4.- El ejército profesional, está forzado a una autocrítica profunda por la mayoria de la sociedad. Hasta el momento la CIA-Pentágono no han podido institucionalizar nada firme, mientras Bendini rinde homenaje al general Valle en Campo de Mayo. El peronismo, o sea el pueblo, siempre pasa.-
5.- El menemismo ha sido derrotado, por la sociedad y por el peronismo. Si bien el programa del menemismo es mucho mas que lo que se ve en la superficie, dado que el menemismo y los menemistas son mucho más que lo que ha sido y es Menem, de todas formas su confinamiento en el Senado es todo un símbolo de como le ha ido.-
6.- La Iglesia, Esto es más peligroso. En las oportunidades que fue aplastado el campo nacional (1955 y 1976), sectores determinantes de la cúpula de la Iglesia fueron los que facilitaron el encuadraron al campo colonial y criminal, oprimiendo a lo popular y patriótico de la propia Iglesia. Basseoto, Menem, tte.cnel Mercado(Cecilia Pando), restos de Guardia de Hierro, etc., tienen contención en la actual estrategia de la Iglesia. Acá hay que poner una luz de peligro, que no se cumpla aquello de "no hay 2 sin 3",....-
7.- La CTA, es una experiencia importante tanto en lo social como lo cultural y político. El peronismo sui generis tipo CTA, crece, a pesar del terror que les da cuanto el Tano aparece en sus reuniones. La entraña gorila uniondemocratista del PC,... los que no son se las toman,... es hoy el sustento del antipinguinismo o sea el antiperonismo fatto in 2005. El Pingüino no es un político acomoda todo, por el contrario juega casi todo en cada confrontación y hasta ahora como decía Camilo, "vamos bien, vamos bien",... , y usa la basura pero no sacrifica su estrategia. Creo que para 2006 no hay lugar en la CTA para Perón y para Braden, juntos.-
Horacio Casco.-

ESPERANZA

Horacio: Estamos viviendo momentos de mucha esperanza en que se logren los cambios que tanto hacen falta a nuestro pais. Coincido que el peronismo de Perón (doctrinario) está más vigente que nunca, pero es clave actualizarlo. La época actual no es 1945, 1973, ni siquiera 1983 cuando volvió la democracia liberal luego de 7 años de carnicería cívico-militar. Kirchner para mí es un poco de todo lo que mencionás: peronista, montonero, progre, antipartidos políticos, socialdemócrata, etc. Y está bien que así sea. Acá los cambios de estructuras en beneficio del pueblo depende de la concientización y participación ciudadana. Sería bueno reconstruir un nuevo "Frecilina" en el que participen no sólo los que nos proclamamos Peronistas-kirchneristas, sino tambien sectores que luchen por la liberación nacional y la justicia social. Sin pueblo no hay liberación ni cambios posibles. El Pinguino y su esposa Cristina construyen poder desde el Estado absorviendo a los movimientos sociales y piqueteros afines a sus políticas. Los ultraizquierdistas quedan al margen de todo, de todo, incluso de la realidad. La derecha cavernícola está que se la llevan los diablos con la inminencia del 30 aniversario del Golpe oligárquico-militar. Algunos dicen que tambien habría que meter en cana a los ex-montoneros que están en el gobierno K y a los que andan por ahí. Como si fuesen lo mismo Fernando Vaca Narvaja o Dante Gullo que Videla o el Tigre Acosta. Una estupidez total. Los que deberían ir en cana son los capitalistas-monopolistas y sus "tecnicos" que se beneficiaron con el Proceso y nunca fueron juzgados ni condenados. El ismo de Estado fue de la mano con la Planificación de la miseria y la destrucción nacional que se operaba desde el Ministerio de Economía. Hoy hay que conciliar con la Iglesia si no estamos fritos. Sería bueno que Bergoglio y K lleguen a un acuerdo y se tranquilicen las aguas. La Marina o un sector de ella sigue conspirando y espiando a la ciudadanía desde hace años. Incluso a altos funcionarios del Pinguino. No es pura casualidad que la Base Naval Almirante Zar de Trelew sea la playa de cabecera de esta maniobra de espionaje y conspiración. No hay que olvidarse lo que ocurrió allí un 22 de agosto de 1972.


Un saludo peroncho, Eduardo N. Canosa.
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TEMAS DE UN DEBATE FRATERNAL. SOBRE EL KIRCHNERISMO PERONISMO.-


Anécdota uno: (todo verdadero).-

Un compañero tuvo un hijo, le puso Juan Domingo.-
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Luego llegó una nena, la llamó María Eva.-
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Por último vino un hijo y lo llamaron Carlos Saúl.-
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¿Qué hace,.... se hace la autocrítica y se la banca,.... o le cambia de nombre al pibe ?.-
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Anécdota dos: (la más pura verdad)

La escena en la Reserva de la zona Sur, costanera.-

Venía encabezando el lote de correristas un famoso deportista de nuestra amistad.-
Le pareció que en el lote de rezagados que capitaneaba, unos pibes discutían.-
De puro chusma bajo una velocidad para enterarse.-
Eran dos adolescentes mujeres y un chavón(sic).-
El muchacho dijo como cerrando un debate,
"Si se meten los peronistas en el gobierno de Kirchner, todo se va al carajo,....
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TEMAS DE DEBATE CON ALGUNAS CONCLUSIONES.-

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1.- ¿Kirchner es peronista?: Kirchner lo ha nombrado a Perón 3 veces. Cita sus aportes como "Las organizaciones libres del pueblo", pero no dice que es de Perón. En dos años no salió al balcón ni estuvo en la CGT. Alguien aportó que K ha dicho que el peronismo está superado.-
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Se opina que Kirchner es una forma de neoperonista. Se dice asimismo que K no es peronista, que es kirchnerista. Kirchner si se define como peronista pierde un montón de adhesiones, sobre todo de gente joven. Hay mucha gente peronista que se juega porque K es peronista. Se afirma que K viene de montoneros, del peronismo, del pejotismo, del progresismo,............. ¿será todo eso junto?.-


2.- Explosión de los partidos políticos: 22 bloques, en el Concejo Deliberante (Legislatura) porteña como un muestrario de la Argentina. Algunos de estos minibloques son unipersonales. Los familiares de Cromañón les llevan a patadas en el culo. La UCR parece acelerar su decadencia. El ARI va cuesta abajo. El PJ casi no existe. El sistema de representación de del electorado, vía partidos políticos, esta cada vez más cuestionado.-.
De aquel "que se vayan todos" del 19 y 20 de diciembre del 2001 aún no se emerge.-



3.- Vigencia del peronismo: Peronistas hay, como nosotros, pero estamos con Kirchner. Para más explícito peronismo que el de K no nos dio. Pero no hemos asumido toda la experiencia peronismo de conflictos, guerritas y degradación desde el 1º de julio de 1974 y la asunción de K a la Presidencia de la Nación. El peronismo como tal carece de actualización. Hoy el peronismo de Perón con eje en el movimiento obrero organizado, su columna vertebral no existe. La Argentina es otra. Desocupación, indigencia, pobreza, desindustrialización, polarización de ingresos, etc. han sido parte de la globalización.-
¿Se puede reconstruir el peronismo como para volver a la primera era peronista?.-
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Dudamos.-


4.- La otra Argentina: El piqueterismo puso unos cincuenta muertos para hacer funcionar su movimiento, hasta la llegada de K. El 19 y 20 costó 30 vidas. Kirchner no mató a nadie. El policía de Santa Cruz fue muerto por los sitiadores. En Haedo se reprimió una vez que pasó el pico de la protesta. Idem en Mar del Pata cuando la cumbre. Como regla aisla los objetivos de la movilización o espera su baja para restablecer el control.-
¿Vamos a una Argentina asambleista soviética cabildante, donde el pueblo delibera y co-gobierna?.-


5.- El feriado del 24, con el apoyo de la institución escuela pública, descalifica a la Argentina colonial y criminal: Es una división justa, muy inteligente.-
500.000 predicadores docentes,... oradan la piedra.-


6.- Kirchner y la Cristina: Una buena yunta para cinchar del carro. Como se ve en Perfil, del 5/3/6, llevan su paralelismo hasta para saludar, al mismo tiempo, de la misma forma, ellos dos solos en medio de un conjunto que no hace ese gesto.-

7.- Resistencia del movimiento sindical y la guerrilla, dos fuerzas que desbordaron el espacio institucional partidario aquel del marco "el pueblo no delibera ni gobierna, si no es por medio de sus representantes": Potencialmente movimiento obrero y guerrilla, son dos fuerzas pro socialistas. La última razón, el poder último de toda institucionalidad es su aparato militar y el poder en la Argentina acudió a él en ambos casos.-


8.-Las carnicerias en los barrios estaban vacías: Un carniza dixit, "hay que bajar los precios, tenemos que hacerle caso al jefe".-


9.- La Iglesia es un centro de convergencia de poder que no coincide con el gobierno de Kirchner: La Garre discrepó con la manifestación de la Conf. Episcopal. No aceptó el término reconciliación que propone el obispado y lo reemplazó por el mas elemental de reencuentro.-
¿Ha decaído el ascendiente de la Iglesia?.-


10.- Lo central dentro del proyecto de Kirchner es reconstruir poder con estructuras esencialmente de base social, conformadas desde el poder del Estado: Dos informaciones chequeadas. La escuela pública en la provincia de Buenos Aires, reivindicando el proyecto nacional, esta generando una superestructura administrativa docente, con el objetivo de reintegrar a todos los sectores marginados, alumnos y familiares. Del otro lado con el respaldo de las áreas sociales del Estado absorben vía emprendimientos de trabajo, a los cuadros de las orgánicas piqueteras alternativistas.-
No hay partidos, no hay sindicatos, no hay orgánicas militantes (como en los 70) pero hay orgánicas del Estado. Ese es el proyecto K de integración de los marginados( vía escuela pública) y de desmonte de las orgas sociales piqueteras alternativas (área ayuda social del Estado).-


11.- La oligarquía y el imperio no entregarán blandamente su poder: Hay que ayudar a consolidar el poder de K. Vamos a lamentarlo si vuelven los gorilas.-
Hay espacio para un solo proyecto nacional, el de K.-
¿Qué se opina?.-