Sunday, April 06, 2008






HUELGA CAMPESTRE

Intentamos una reflexión mas o menos objetiva, sobre este “proceso”, que llaman “paro del campo”, después de dejar pasar un tiempo de enfriamiento de nuestras consideraciones.

Lo primero que se nos ocurre pensar, a partir de la sabia reflexión de alguno de nuestros amigos, es en la forma de resolver los problemas de la Sra. presidenta

Esta actúa en forma de un “pensamiento lateral”, como si desatara un “nudo gordiano”.

“Y así Alejandro Mago inventó el pensamiento lateral. Siglos antes de que el profesor De Bono lo definiera como una colección de teorías de "pensamiento divergente", que no son inmediatamente obvias y que no pueden seguirse, usando solamente la lógica tradicional paso a paso. Y que se concentran en generar nuevas ideas, en cambiar conceptos y perspectivas. Lo lógico era que Alejandro hubiera tratado de desatar el nudo. Pero lo cortó con su espada, desafiando así las leyes de la lógica. No hizo trampas; Buscó una solución alternativa.”

Además probando lo que dice, utilizando las enseñanzas de nuestros antepasados y de sus equivocaciones, “es mejor dejar que el tiempo ordene las cosas, al derramamiento de sangre entre compatriotas”

Lo que la lógica nos indica a los apuradizos es la utilización de las fuerzas coercitivas que posee el estado para proteger la cohesión social.

Haciendo un poco de historia las cosas estaban así en un tiempo cercano:

Dice Julio Alak:

[1]El 1 de mayo de 1876, en su mensaje al Congreso, decía el presidente Nicolás Avellaneda: "Los tenedores de los bonos argentinos deben reposar tranquilos... Hay dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros".

Más de 125 años después, en el mismo Congreso, en un marco festivo acaso inapropiado, el presidente Adolfo Rodríguez Saa declaró a la Argentina en default por primera vez en su historia. Al poco tiempo, por los efectos de una fuerte devaluación —considerada "inevitable" por los propios organismos internacionales— millones de argentinos, más de la mitad del país, sufrieron hambre y sed. La metáfora de Avellaneda se había vuelto ominosa verdad.
Las actitudes de las élites políticas ante la deuda tuvieron sentido pendular como los que reflejan ambos ejemplos. Sin embargo, el quiebre verdadero sobrevino de la mano del derrumbe institucional y de la implosión del sistema democrático. Así fue que el país vio crecer sus compromisos en forma exponencial a mediados de los 70, con la feroz dictadura que anudó la sociedad entre las fuerzas armadas y los popes del proyecto neoliberal. Los Videla y los Martínez de Hoz.

A principios de los 90, con el plan Brady, los bancos se deshicieron de incobrables pagarés devolviéndolos a cambio de empresas públicas privatizadas o diluyendo su problema en mano de millones de pequeños o medianos ahorristas.

Irresponsabilidad compartida

En el caso argentino, además, a cobijo de la convertibilidad, bajo mando de sus dos timoneles técnicos, Domingo Cavallo y Roque Fernández, se lanzó un irresponsable festival de bonos que reemplazó a la emisión de dinero. Resultado: hubo "otra emisión" más perniciosa y alocada: más de 150 tipos de bonos para financiar el crónico déficit, paralelo a la fuga de divisas.

Debajo de los tecnicismos de la macroeconomía, el país crujía: el modelo financiero, concentrador, excluyente, desindustrializador, empezó a sembrar las semillas del desempleo, la pobreza y su explosión final, la exclusión social y marginalidad sin retorno.

El estallido argentino debe analizarse a la luz de la teoría de la corresponsabilidad. Existió en la fiesta irresponsable de los 90, alentada por avales temerarios del FMI a las erráticas políticas nacionales. Y también la hubo en el desenlace de la crisis. Un ejemplo: días antes del derrumbe final de 2001, bancos poderosos aún seguían colocando títulos en manos incautas.

Según el Banco Mundial y la CEPAL, América latina ya pagó en las últimas dos décadas aproximadamente 1,5 billones de dólares. O sea: casi 5 veces su deuda original. Y aún debe alrededor de 3 veces más. Esta colosal transferencia de recursos rediseñó el mundo a partir del último cuarto del siglo XX.

El presidente Kirchner tiene una convicción: la base sustentable de la Argentina que viene requiere desprenderse de las externalidades condicionantes en materia fiscal y en otras, como tarifas, banca pública y leyes internas. Ese es el nudo gordiano que hay que cortar para poder diseñar un proyecto autónomo que incluya el saneamiento de la economía, pero también el desarrollo social armónico y genuino.

Hoy la espada para cortar ese nudo paralizante ya se desenvainó con un canje que se vislumbra exitoso. Tarde o temprano hará falta el golpe preciso, como el de Alejandro. Y otro mundo se divisará en este siglo para Argentina y los argentinos.

Lo que nos dejo este “proceso”

Antes que nada aclaremos que un paro, una huelga no nos sorprende, los que trabajamos, desde los 70 hemos participado de un montón de ellos. Recordamos también los palos que recibimos, en dictadura y en democracia, no nos olvidaremos jamás de nuestros compañeros caídos en la lucha.

Aunque con estas cuestiones cada vez tenemos mas claro que vamos hacia el socialismo o la extinción del hombre, siempre fuimos partidarios de las construcciones no violentas, no de los cambios radicales de sistemas, sino las reformas mediante la justicia social, hasta que la evolución de las cosas nos indique ese cambio profundo.

No compartimos la lucha de clases, para nosotros están los que trabajan y los otros.

Utilizamos al marxismo como método de análisis científico, para entender la economía y los problemas sociales, pero admiramos a científicos como Pichón, que no tuvieron problemas en citar para su análisis a Durkeim o Weber, en un amalgama de ideas para tratar de entender a la sociedad., cuya síntesis es bueno compartir: “Hacer el diagnostico de un problema no es resolverlo, eso es idealismo”

Hay unas cuantas cosa que si nos sorprenden, haber si nos acordamos:

Que no haya actuado de oficio ningún juez de la nación ante la incitación a la rebelión civil por parte de este sujeto al que todos los medios apuntaban, puede ser un perejil, pero no lo eran otros en la historia de la humanidad que para que nombrar.

Que bien que aprendieron las enseñanzas los chicos, los jóvenes dirigentes “campesinos mediáticos”, los que pasaron por los estudios de televisión odian mas que los viejos dirigentes de la rural y no disimulan como ellos..

Otros por las calles de Olivos, gritaban, “se te acabo la joda zurda”.

A estos le decimos que es feo odiar de esa forma, que por menos que eso a nosotros nos cabía cana y que por otro lado es muy conservador, con perdón de los conservadores o al menos es desconocimiento.

Les contamos que por los 90 Furuyama planteo el fin de las ideologías, por lo tanto el fin de la historia y la hegemonía de las ideas. Un poco después Huntington nos dice que la realidad no es mas la confrontación de izquierdas y derechas sino “el choque de civilizaciones”. Y últimamente Zygmunt Bauman nos habla de las sociedades liquidas.

La presidenta nos da mas una imagen de administradora de una sociedad liquida, heterogénea, cuyos diferentes estratos contienen sus formas de acuerdo a sus intereses en común.

Es respetable que el ser humano quiera enriquecerse y es entendible que a cualquier precio, aunque defender sus intereses implique el hambre de los demás eso si no lo podemos digerir.

El hambre debe ser de las peores angustias humanas y lo entendemos a pesar que somos privilegiados sobrevivientes obreros, que hemos trabajado con Ongania, con Lanuse, con Videla y nunca nos pudieron hacer sentir el hambre, por que nos las ingeniábamos para luchar contra estos. Pero si los vemos en las películas e informes de África, cuyos pueblos matan por un grano de maíz, países ricos saqueados por los imperios.

Quien sabe si estos huelguistas quieran esto para nosotros, creemos que se les fue la de las manos, que lo planearon si sabemos, amigas nuestras que trabajan en peluquerías de Giordano escuchaban a pitucas decir hace por lo menos tres meses que en marzo se armaba.

Nos sorprende que disfruten de una “huelga” (por que esto no es un paro el piquete es de las huelgas, miren la película Germinal), que produce anomia, pero sin embargo esto es coherente con sus ideales, nunca respetaron las leyes, las crearon para domesticarnos, para tener derechos solamente ellos.

La crisis llega a su fin y descubrimos que los imponderables siguen haciendo de las suyas, los yanquis como vieron que el precio de la soja se les iba de las manos, dispusieron utilizar unas hectáreas mas para su sembrado, de modo tal que su precio callo en un 30% en 20 días (lo que duro la huelga), así que el mismo quedo en la tablita de Lustau con una retención del 35 %, igual que antes del conflicto.

Como en todas las crisis el lado bueno es que hemos tenido un aprendizaje en temas que no conocíamos, recordamos al verdadero enemigo y con agrado auguramos que estamos en presencia de una “estadista”, ya que parece que la presidenta ve un poco mas adelante que nosotros.

Escucho en este momento el levantamiento del conflicto, ojala que sea para el reencuentro, de todas formas estemos alertas y vigilantes, porque si los números nos dicen que estamos como al principio, entonces el levantamiento tiene otro sentido, se lo hicieron a todos los presidentes civiles y a algunos militares, LOVALT

Hugo Gramajo


[1] Julio Alak – Clarín 30.1.2005